“Che, pero ya tenemos aulas virtuales... ¿no estamos digitalizados?”
Esta frase la escuché más de una vez. Y tiene sentido: si se cargan apuntes en Moodle y se pasa lista por WhatsApp, pareciera que ya está. Pero no. La transformación digital no es solo tener herramientas digitales… es repensar los procesos con lógica digital. Ejercicio que pocas veces se lleva adelante
Y en el mundo educativo, eso se nota más que nunca: trámites que siguen en papel, planillas enviadas por correo postal, reuniones eternas para lo que podría resolverse con un par de clics.
Desde mi experiencia en una universidad pública, te comparto algunas claves prácticas (y humanas) para avanzar de verdad en el camino de la transformación digital.
📌 1. Diagnóstico inicial: saber desde dónde partimos
“Lo que no se mide, no se mejora.” – Peter Drucker
Antes de largarnos con desarrollos, servidores y capacitaciones, hay que hacer una radiografía institucional. ¿Qué áreas están más atrasadas? ¿Qué procesos son un cuello de botella? ¿Qué plataformas se usan y cómo?
📌 2. Compromiso institucional: esto no es solo cosa de informática
Una transformación real no se delega solo al área de sistemas. Se lidera desde lo político y se ejecuta con equipos mixtos. Cuando las decisiones tecnológicas las toma gente que no entiende los procesos... o al revés... el fracaso está servido.
💬 Consejo: armá un comité mixto (académico, técnico, administrativo, estudiantil) para cada etapa.
📌 3. Capacitación continua: sin formación no hay transformación
Ninguna herramienta hace magia. Si los equipos no saben usarla (o peor: la usan mal), termina siendo una molestia. Hay que capacitar desde lo básico hasta lo estratégico, y sobre todo: mostrar para qué sirve.
🎯 Capacitación no es solo “curso de Zoom”, también es acompañamiento, soporte y tutoriales simples.
📌 4. Comunicación clara: explicar el “para qué”
El cambio genera resistencia. Siempre. Por eso hay que comunicar el para qué: “Esto te va a simplificar la carga de notas”, “esto te evita venir a firmar una planilla”, etc. Comunicar sin tecnicismos, con ejemplos reales.
📌 5. Medir impacto: ¿esto está funcionando o es solo humo?
Todo cambio debe evaluarse. ¿Los docentes usan la nueva plataforma? ¿Bajó el tiempo de espera en tal trámite? ¿Mejoraron los procesos administrativos? ¿Los estudiantes acceden mejor a los materiales? Si no medimos, no sabemos. Y si no sabemos, no mejoramos. Midiendo el impacto del cambio pasamos de la falta de conciencia a la mejora basada en datos.
🧭 Conclusión realista
La transformación digital no es un software, es un cambio de mentalidad. De nada sirve tener una plataforma de 10 o softwares especializados si seguimos pensando y gestionando como en los 90.
Se avanza paso a paso, con equipos comprometidos y con una idea clara: la tecnología tiene que estar al servicio de las personas, no al revés.
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